Uno de los más grandes privilegios que he tenido ha sido trabajar o
conocer a las personas más talentosas del medio. Y sin duda una de ellas ha
sido Gabriela Esplá. A ciencia cierta no recuerdo cuando ni donde la conocí
pero durante mi tiempo como editor de una revista muy conocida acá en Panamá
pude trabajar en conjunto para el segundo Art Issue en el que buscamos plasmar
su pintura a través de fotografía utilizando la moda como medio.
Desde entonces hemos entablado una amistad muy linda basada en
borracheras y conversaciones existenciales. Fue para mi un honor cuando Gaby,
como sus allegados la conocemos, me pidió que escribiera el texto que
acompañaría su primera muestra individual en la Galería Mateo Sariel,
exhibición que abre hoy 19 de marzo.
No podría estar más orgulloso de mi amiga y por eso quiero compartir
con ustedes el texto que le dediqué a ella y a su trabajo, con el fin de que
saquen un momentito y se pasen por la galería y aprecien de cerca este “cambio
de temporada”.
One of the biggest privileges I’ve had is to get to
know and work with the most talented people in my country. Gabriela Esplá is
one of them. Being certain, I really don’t remember well where and when we met,
but what I do remember is the first time we worked together during my time as
the editor of a well-known magazine here in Panama. Altogether, for the second
Art Issue of the publication, we were looking to merge her paintings with
photography using fashion as the medium.
Since then our relationship has evolved into a solid
friendship that’s based on drunk rants at bars and existential conversations
during coffee. But it wasn’t until recently that Gaby (as her close friends
call her) asked me to write the main review for her first solo show at Mateo
Sariel Gallery that I knew that our friendship was more than just shit &
giggles, I really felt honored.
I couldn’t be prouder of my friend, and that’s why I’m
sharing this very personal text that I dedicated entirely to her and her work.
So please take some time to visit the gallery to see from up-close her “change
of season”.
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The exhibition opens today March 19th and
it’s gonna be up for one month.
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El desespero de lo que se espera y la desilusión de lo que nunca
llega. Un mar imposible de intuiciones que se intercalan con lo que permanece invisible,
pero que sigue latente y se construye a su vez.
En “Cambio de Temporada” Gabriela Esplá explora y sintetiza la
antropología emocional que radica en la idea kantiana de lo que representamos,
y lo convierte en una selva pictórica de desvanecimientos y reflexiones de
búsqueda. Se vacía el ego para así abrazar el caos perfecto y las experiencias
externas que nos hacen sentir el Mundo y comprender que la naturaleza no es
amable.
Lo innombrable toma primer plano.
La autología se invierte y sumerge en onirismo, apoyando “ser y estar”
en un realismo mágico que toma pie en la cromatia,
en lo sensitivo.
Más que un recorrido de color, Esplá se confiesa en una traslación
cuyos ejes posan su mirada en lo que no se ve, en la melancolía de las
despedidas y en lo platónico de lo que añora. Pintar en ser, pintar una
relación y lo que se vivió.
Sus concepciones son una suerte que oscila entre una magnitud infinita
– lo pasional – y una magnitud mínima – lo físico, la ciudadela, nuestro
entorno.
La reconciliación con la autocensura; la pasividad de la agresividad. Todos
temas que conforman esta “isla al revés” que ignoramos y que peyorativamente
llamamos “Yo Soy Ahora”. Lo conflictivo de lo que somos, y que a talones
sumergidos explica el origen de lo real.
Algo hay que sentir.
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