Trou Noir: Montmartre Dans Mon Coeur

He finalmente regresado a la realidad. Si les soy completamente sincero, extrañaba mucho Panamá, no se porqué pero estaba muy emocionado de volver a casa y re-iniciar la rutina de trabajo, de ejercicio y a hacer lo que me gusta.

Sin embargo, por primera vez tuve la oportunidad de experimentar Paris como si fuera un local –tener mi propio apartamento, ir al supermercado, comprar flores para el comedor y todo lo demás que conlleva ser adulto- y no lo podría extrañar más.

En mi último día una amiga me llevó a Montmartre (¿pueden creer que este es mi tercer año allá y nunca había visitado este barrio?), y con todo y que queda medio distante del centro me enamoré perdidamente de sus calles bohemias y llenas de vida, de la felicidad que irradia su gente y obvio, de los vintage shops que abundan.

Este trench-coat por ejemplo, lo compré en Chine Machine (100 Rue des Martyrs), minutos antes de haber tomado estas fotos y siento que es una de las mejores compras que he hecho en uno de mis viajes, una vez más Paris no deja de sorprenderme.

I’m home at last. But I’m completely honest, I missed Panama so much, I don’t even know why but I was really excited to come back home to my routine at the magazine, at the gym and just to nail what I like to do.

Nonetheless, Paris this year was a completely different experience from other years. I got t olive it as a local -I rented my own apartment so I had to do the groceries, cook, buy flowers to arrange the dining room and all the things that adults- and that’s what I miss the most.

On my last day a friend of mine took me to Montmartre (can you believe this is my third year in Paris and I’ve never gone to this part of the city!?) and I fell in love with its bohemian je ne sais quoi, the happiness that shines in the people who live there and obviously, with the vintage shops that abound.

Actually, this trench-coat was bought at Chine Machine (100 Rue des Martyrs) just minutes before we took these photos, definitely one of the best finds I’ve had in one of my trips; once again, Paris never let’s me down.