Tuesday, March 9, 2010

Alexander McQueen Autumn/Winter 2010-2011

Escribir este post no fue tan fácil como lo esperaba, ver el útlimo trabajo de uno de mis idolos es una tarea complicada, la nostalgia y tristeza me acompañaron durante todo el recorrido a través de las fotos y las letras de las páginas en donde ya hay reportajes detallados hechos por editores que estuvieron allí para presenciar la última entrega de este maestro de todos los tiempos.

En esta ocasión Lee tomó como punto de partida el imperio Bizantino y escogió el estilo románico, paleocristiano, medieval y romántico como inspiración principal a la hora de construir estos hermosos conjuntos. (Thank God I have History of Art at the university).

Like I said, fuertes influencias bizantinas se vieron a lo largo de la colección. Los royal colors fueron la gama de matices que dieron luz en la colección, los brocados muy intrínsecos y estrechos fueron técnica clave para darle esa atmósfera romántica que se estuvo buscando.

El drapeado fue el responsable de las formas que voluminizaron la colección. En la segunda foto por primera vez en la temporada vi angel sleeves y afortunadamente aparte de ese detalle, el conjunto compone una hermosa túnica imperial con motivos reales (y ni hablar de los necklaces que fueron un total espectaculo por sí mismos).

Apegandonos más al concepto de la colección, me di cuenta que el tema religioso resonó mucho en cada una de las piezas de esta collezione, entre los prints se mostraron imagenes de santos en acción de bendecir y si se mira con mucho cuidado en los zapatos se podrán notar esqueletos de querubines con las alas rotas (sere yo o hay mucha coincidencia entre ésto y su muerte). McQueen siempre se caracterizó por invitar a la muerte a sus desfiles, jugar con lo siniestro y lo prohibido.

La primera foto de este conjunto fue uno de mis favoritos, los embellishments y el brocados que empleó Alexander en esta, su última colección, fueron los responsables de sentar el mood completo; por otro lado, el último gown es mi favorito pues resume todo lo que Alexander McQueen es y demuestra la fidelidad que él mismo se tenía y eso era lo que me obligaba a amarlo, lo auténtico y genuino que siempre fue, lo que le garantizó un espacio en la historia del arte en general, un espacio en mi memoria y un espacio en el corazón de todos los que conocieron su trabajo.

Una vez más no puedo explicar lo conmovido y vulnerable que me siento al momento de escribir estas palabras, quizás estoy siendo muy dramático y exagerado, pero tan sólo pensar en que una mente tan genial y grandiosa nos ha abandonado me pone la piel de gallina y los ojos mojados. Para los que hemos visto de cerca el trabajo de McQueen (desde su graduación en el St. Martins, pasando por su colaboración con Givenchy hasta su trágica muerte hace pocas semanas) nos hemos dado cuenta que este último conjunto de piezas es transparentemente el clímax de todo lo que McQueen representaba para el mundo de la moda, recordando por siempre su Highland Rape Collection.

Conocido por ser un gran showman (haciendo desfiles que incluían hologramas de Kate Moss, cámaras montadas en brazos hidráulicos inmensos, pasarelas hechas totalmente de hielo, montículos enormes de basura, árboles monumentales, formas de pájaros hechas de millones de luces, pasarelas en el lugar en donde fue ejecutada Maria Antonieta, entre otras), Alexander McQueen dejó su huella en el consciente artístico de todo creativo en el mundo, no sólo de gente relacionada con la moda, sino de toda persona cuya intención es crear arte hermosa, impresionante y capaz de transportarnos a un nirvana creativo y dejarnos en un estado de éxtasis perdurable.




Nota: el cuadro que sale como background de los layouts se llama El Nacimiento de Venus de Sandro Boticelli, y pertenece al barroco o renacentista.

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BY MAURICIO HERRERABARRÍA